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Film Estreno

El goce puro del cine Carol

Por Pamela Biénzobas

Una mano se posa sobre un hombro. ¡Cuánto dice ese gesto sobre los afectos que unen o separan a las dos personas¡ Y cuánto nos dice Todd Haynes sobre la corriente de deseo, ternura o dolor que se propaga cuando Carol (Cate Blanchett) toca así a Therese (Rooney Mara) en el salón de té del Ritz, frente al piano o ante el espejo de una habitación de hotel. Cada vez, ese contacto y las miradas que lo acompañan expresan todas las emociones que las palabras no osan. Emociones distintas, en el caso de la frialdad de la mano de Cate sobre el hombro de su marido en un baile casi forzado, o la desazón de Therese ante la palmada del amigo que las acaba de interrumpir.

Carol, la sublime película que el autor de I'm Not There y Far From Heaven realizó a partir de la novela The Price of Salt de Patricia Highsmith, no narra con acciones y diálogos, sino que se construye a través de la perfecta sensualidad de cada plano y de cada secuencia. Vivimos la relación entre una mujer de clase alta en pleno proceso de divorcio y una joven vendedora de una gran tienda neoyorquina en la armonía absoluta y exaltadora entre la música de Carter Burwell (compositor de Velvet Goldmine y de la serie Mildred Pierce de Haynes, colaborador habitual de los Coen) y el ritmo del montaje y de la cámara, íntima o sobre una grúa –como en el plano de apertura que se eleva desde el detalle de una delicada reja de alcantarilla, que fuera de contexto parece un decorado precioso, para descubrir la ciudad–; en la belleza de los encuadres, en los juegos de percepción de la profundidad de campo, de la imagen que se revela gradualmente en el papel de las fotografías de Therese, o las ventanas que reflejan o filtran la visión.

La música navideña, los decorados elegantes, los colores y texturas de la ropa... estamos a fines de 1952, y el auge de la posguerra está representado con aterciopelada nostalgia, como lo evoca la presencia inicial del tren, ese objeto nostálgico por excelencia. Es el sonido de la primera escena, significando el trajín urbano de la época de fiestas; y es el primer objeto que une a las futuras amantes, en una maqueta de un mundo ideal, que representa el deseo de Therese (quien responde que lo que quería cuando niña era un tren en miniatura) y la confianza de Carol (que compra el juguete sugerido sin hesitar). Pero el tren de verdad es también el que las separa cuando Therese regresa de su primera visita, violentamente interrumpida por Harge (Kyle Chandler, The Wolf of Wall Street, Zero Dark Thirty), el marido desesperado que usa la custodia de la hija como chantaje ante las ansias de libertad de su esposa, en una sociedad en la que en ese "su" llevaba todo el peso de la posesión.

Carol conoce el deseo homosexual, y también el oprobio que trae consigo, desde la relación pasajera que tuvo hace años con Abby (Sarah Paulson, Mud, Desperate Housewives), su mejor amiga desde la infancia y todavía su gran confidente. Radiante con la despreocupación de su holgura material, la desenvoltura que la experiencia y la conciencia de su belleza y elegancia, está liberándose a través del divorcio para vivir su vida con sinceridad, hasta que Harge la amenaza con quitarle lo que más ama. Para Therese, en cambio, todo es nuevo: sus sentimientos, la idea de enamorarse de una mujer, incluso el hecho de desear algo de manera clara, ella que hasta ahora sólo decía que sí a lo que la vida le ponía por delante. El descubrimiento de Carol trae el descubrimiento de sí misma. Incluyendo el dolor.

Carol y Therese miran el mundo y se miran entre sí. Desde la primera vez que se ven, hasta la hermosa escena final con su coreografía de ejes visuales interrumpidos alimentando el suspenso emocional, Todd Haynes eleva en Carol la mirada y la sonrisa a la categoría obras de arte. Y regala un momento de goce puro y exultante de cine. 

Carol
EEUU, 2014
Dirección:
Producción:
Guión:
Fotografía:
Montaje:
Música:
Elenco:

Duración:
Todd Haynes
E.Karlsen, S.Woolley, C.Vachon
Phyllis Nagy
Ed Lachman
Affonso Gonçalves
Carter Burwell
Cate Blanchett, Rooney Mara, Kyle Chandler, Sarah Paulson, Jake Lacy
118 minutos

 

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