Columna Semanal

Edward D. Wood Jr. Los últimos días

Esta semana se cumple un nuevo aniversario de la muerte del "peor director de la historia", quien fue retratado con cariño por Tim Burton en 1994. Pero su historia no tuvo un final feliz sino que uno marcado por el alcoholismo, la depresión y el fracaso artístico.

Por Andrés Nazarala

Tim Burton demostró que un biopic puede ser un acto de amor. En Ed Wood (1994) convirtió en comedia la malograda vida del que oficialmente se considera como el peor director de todos los tiempos (como si no existiera Michael Bay) y cortó la historia en un instante alegre que, de hecho, es una pequeña mentira: el cineasta recibiendo aplausos durante el estreno de Plan 9 del espacio exterior (1959) y partiendo a Las Vegas para contraer matrimonio con su novia Kathy.

"Si quieres un final feliz dependerá de dónde termines la historia", dijo alguna vez el gran Orson Welles que, de hecho, aparece en la película dándole a Wood un consejo fundamental para poder concluir su accidentado rodaje (otra benevolente mentira de Burton y sus guionistas). Pero la verdad es que Plan 9… no marcó más que el comienzo de una decadencia terminal que Burton no quiso abordar. Financiada por una iglesia baptista, fue un rotundo fracaso comercial.

Edward D. Wood Jr.

Su próximo film, Night of the Ghouls (1959), no pudo ser estrenado. Estuvo retenido en un estudio de posproducción -por no pago- hasta el año 1982, cuando el distribuidor Wade Williams rescató el material para un lanzamiento en video.

Cansado de perder, Wood se colgó entonces del éxito de Psicosis y en cinco días filmó The Sinister Urge (1960), cinta exploitation centrada en el asesinato de mujeres. Se trata de un policial en blanco y negro sobrecargado de largas escenas de diálogos y perversión sexual como telón de fondo. A diferencia del clásico de Hitchcock, no tuvo éxito.

Pasaron diez años para que Ed Wood volviera a tomar una cámara. Con un pie en el soft-porno, realizó Take It Out in Trade (1970), comedia sobre una pareja que contrata a un investigador privado para que busque a su hija. La encuentran en medio de una orgía. El mismo cineasta –famoso por sus tendencia a travestirse- actúa de mujer, bajo el nombre de Alecia. Una copia de 80 minutos de duración se estrenó este año en el Anthology Film Archives, de Jonas Mekas.

Las tres últimas películas de Ed Wood fueron directamente pornográficas. Alcohólico, arruinado económicamente y completamente ignorado por la industria, pensó que podía hacer algo de dinero incursionando en el género. Realizó The Young Marrieds (1971) bajo el pseudónimo de Richard Trent (estuvo perdida hasta que una copia en 16 mm. fue encontrada en una venta de jardín de Vancouver). Luego vinieron Nympho Cycler (1971) y Necromania: A Weird Tale of Love (1971). Para esta última firmó como Don Miller.

Tienta imaginar que las últimas apuestas de Wood generaron algún tipo de polémica o que él fue un adelantado a su época (el argumento más recurrente de todo fan), pero prácticamente nadie sabía que existía hasta el homenaje de Tim Burton. Su gran carga fue haber sido completamente ignorado, deambular por Hollywood como un fantasma.

El 7 de diciembre de 1978 fue desalojado del departamento que compartía con su mujer por no pagar el arriendo. Tuvieron que vivir de allegados en la casa de un amigo. Hasta que el 10 de diciembre –hace exactamente 37 años- decidió borrarse a fuerza de vodka. Falleció de un ataque al corazón a los 54 años de edad, completamente alcoholizado. Kathy, quien lo acompañó durante los últimos 20 años, fue la primera en encontrar el cadáver.

"Todavía recuerdo cuando entré en esa habitación", recordaría más tarde. "Sus ojos estaban abiertos. Nunca olvidaré su mirada. Estaba aferrado a las sábanas. Parecía que hubiese visto el infierno".