Por Andrés Nazarala desde Buenos Aires

Podríamos decir que Paul Kelly es un cineasta accidental. Promesa adolescente de la aviación, en los 80 optó por la música formando la efímera banda East Village. Con ellos grabó el disco "Drop Out" bajo el sello Heavenly Records, lo que lo puso en estrecho contacto con la compañía. En 2002, luego de apoyar a Saint Etienne en sus presentaciones en vivo, aceptó la invitación de ellos para embarcarse en una aventura cinematográfica. Así nació el documental Finisterre (2003, codirigido por Kieran Evans), un particular homenaje a Londres repleto de canciones del grupo.

Hoy, Kelly es la cabeza de Heavenly Films, productora derivada del mismo sello que Bafici ha querido homenajear con la retrospectiva "Britannia Lado B: Heavenly Films". Son once películas que siguen explorando las múltiples dimensiones de la ciudad con el acento puesto principalmente en las complejas tensiones entre pasado y presente.

Los cortos de la serie Today's Special, por ejemplo, adoptan un formato televisivo para mostrar restaurantes y cafés de barrio que deben cerrar sus puertas ante la irrupción de la modernidad. Otro cortometraje, Monty The Lamb, sigue al hombre tras la mascota del Hendon FC, un equipo de fútbol amateur que vivió tiempos mejores y fue obligado a abandonar el estadio que usó de sede por más de 80 años.

What Have You Done Today Mervyn Day?

El largometraje What Have You Done Today Mervyn Day? (2005), por su parte, explora la zona industrial del Lower Lea Valley poco antes de su remodelación a raíz de los Juegos Olímpicos de 2012. El lugar donde se inventó el plástico –entre otros descubrimientos- recibe su último azote tras una agonía potenciada por el paso tiempo, la pobreza y la ingratitud de la memoria oficialista.

Cuando retrata a músicos, Kelly mantiene la misma nostalgia por el pasado, además de guardar un fuerte respeto ante el fracaso. Take Three Girls (The Dolly Mixture Story) narra la historia de la banda del título; un trío de chicas formado en 1978 que, a pesar de su actitud y contar un puñado de buenas canciones, nunca alcanzóel reconocimiento. Más conocido, pero eternamente atrapado en un single (el conocido Come on Eileen), es Dexys, quien lanza sus dardos contra las injusticias de la fama mientras entrega todo sobre un escenario en el documental Dexys: Nowhere is Home.

Kelly ofrece estas crónicas de sobrevivencias y demoliciones sin sobrecargar el peso de la derrota. Sus películas siempre tienen algo de humor y una sensación de "la vida continúa" que permite sobrellevar la tragedia de la existencia. Tampoco busca la grandilocuencia ni la innovación formal, aunque insista en primerísimos planos de objetos, rostros y lugares que funcionan como inventarios de un mundo que está por desaparecer.